TOC

Llegó a la estación de tren a la misma hora de todos los días, las ocho y cincuenta y ocho minutos, para coger el tren de las nueve. No le gustaba esperar pero menos aún llegar tarde. Si había alguien puntual en el mundo, era él. Nunca fichaba antes de tiempo; esperaba delante del lector…

Bolsillos vacíos, bolsillos llenos

Miró de frente a la máquina expendedora. Pulsó las teclas una por una para ver el precio de cada producto. Tenía unas pocas monedas y no había abierta ninguna tienda dónde le cambiaran el único billete, de veinte euros, que tenía. Las máquinas rara vez tenían cambio y esta, en concreto, no aceptaba billetes. Quizá era…